Disponía de una pasarela elevada para permitir la regulación de la presa que ahora sirve para contemplar el salto de agua desde lo alto del paraje.

El agua del río se precipita en una amplia cascada que desemboca en la parte más profunda, a modo de pequeño desfiladero, y la vegetación inunda las márgenes convirtiendo el espacio en un auténtico vergel salpicado por las gotas de agua que manan del salto. El entorno está acondicionado para la visita y como área de recreo con un pequeño sendero que permite admirar el paraje natural.